Toquetón, amante que rasca la espalda, besador de ojos cerrados, táctil, efusivo, cariñoso, mimoso compulsivo… llámalo como quieras, a algunas personas les encanta tocar. Si te gusta pasar los dedos por el pelo de tu pareja, ir de la mano en público o compartir mimos matutinos en la cama con tu media naranja, puede que tu lenguaje del amor sea el tacto físico.
Hace exactamente 30 años, el autor, pastor y consejero matrimonial Gary Chapman publicó su libro superventas en el New York Times "Los cinco lenguajes del amor: Cómo expresar un compromiso sincero con tu pareja".
Compartiendo su visión personal sobre nuestros comportamientos en las relaciones, identificó que existen cinco formas diferentes de dar y recibir amor y afecto con nuestras parejas. Desde entonces, sus teorías han adquirido un enorme reconocimiento en todo el mundo, y uno de esos conceptos es el Lenguaje del Amor de El contacto físico.
¿Pero qué es?
Este lenguaje del amor se refiere al acto de cercanía física. Las personas que disfrutan del contacto piel con piel suelen reconocer el tacto como su principal preferencia a la hora de recibir afecto. Si te excita mucho más que te hagan un regalo o un cumplido que te abracen, te acaricien o te hagan cosquillas, no estás solo.
De hecho, según una encuesta de YouGov America, el contacto físico es el segundo lenguaje amoroso más común, y hay buenas razones para que tu relación sea más práctica.
¿Por qué es tan poderoso el tacto humano? En varios estudios y teorías de investigación, científicos, sexólogos y terapeutas han determinado que el contacto físico aumenta los niveles de dopamina y serotonina, dos neurotransmisores que ayudan a regular el estado de ánimo y a reducir los niveles de estrés.
En resumen, el tacto sienta bien, porque es bueno, y para muchos de nosotros, que nos toquen puede hacer que esas hormonas de la felicidad fluyan como ninguna otra cosa.
Cómo amar a través del contacto físico
Si sientes un hormigueo en las terminaciones nerviosas cuando tocas a tu pareja, aprovecha cualquier oportunidad para acercarte. Explora con curiosidad las distintas formas de disfrutar de tu lenguaje del amor.
Puede pensarse que el contacto físico es sólo sexo, pero no es así: se trata de crear vínculos a través de la intimidad y de aprender a apreciarse mutuamente mediante formas táctiles de afecto. Aquí tienes 3 formas de disfrutar del contacto físico como lenguaje del amor:
1. Masaje corporal
De la cabeza a los pies, esas suaves caricias harán las delicias de cualquier persona sensible al tacto, así que engrasa esas manos y consiente a tu amante con una experiencia inolvidable. Puede ser un simple masaje en el cuello, un profundo rascado en el cuero cabelludo, un suave masaje en los pies o una delicia dulce y placentera en todo el cuerpo: sea cual sea el enfoque y el objetivo, un masaje corporal personal nunca dejará de sentar bien.
2. Vivir para las PDA
Admitámoslo, las caricias no tienen por qué ser un acto privado y, a veces, las muestras de afecto en público levantan el ánimo de tu pareja. No se abstenga de cogerse de la mano cuando salgan juntos o de compartir un beso en un banco del parque. Si salís a cenar, tóquense las rodillas bajo la mesa, frótense los codos y los hombros entre plato y plato o pásale los dedos por el muslo mientras esperas la cuenta.
3. Explora el juego sensorial
Si te encanta el contacto humano, puede que los juegos sensoriales te resulten una forma emocionante de relacionarte con tu amante. Desde los cosquilleos con plumas y los bálsamos del placer hasta el sutil escozor de un flogger o una paleta, explorar el tacto a través del apetito sexual puede ser una experiencia muy satisfactoria para ambos. Prueba a ponerte una venda en los ojos o unos auriculares durante la intimidad para que tu único objetivo sea disfrutar de las caricias lujuriosas de tu pareja.
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