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¿Quieres comprar un juguete sexual para alguien con quien practicas sexo? Aquí te explicamos cómo.
Pregúntale qué le gusta
Reconozcámoslo: si va a comprar un juguete sexual para una pareja, es de esperar que tenga una idea general de lo que le gusta. Pero como nadie puede sentir directamente lo que siente otra persona, nunca está de más preguntar. Si quieres ser sutil, no hace falta que digas: "Me gustaría comprarte un juguete sexual y por eso me gustaría saber qué te gusta" (aunque puedes hacerlo). En lugar de eso, la próxima vez que saques un vibrador u otro juguete sexual durante el sexo, fíjate en cómo lo utiliza tu pareja. ¿Prefiere un tipo de sensación en un punto concreto? ¿Le frustra que su vibrador interno no sirva también para la estimulación externa, o viceversa? ¿La pila se agota demasiado rápido? ¿Siguen intentando subirlo al máximo para que el juguete vuelva al mínimo? ¿Qué le parece el tamaño y la forma?
También puedes preguntar sobre la experiencia de tu pareja. Durante las relaciones sexuales, decir: "Quiero que me describas exactamente cómo se siente eso en tu cuerpo" puede ser una forma de conectaros con el momento presente e identificar lo que otro juguete podría hacer. Fuera del sexo, algo como "Estaba leyendo este artículo sobre juguetes sexuales y me preguntaba, ¿qué te gusta del tuyo?" o "¿Qué te gustaría que fuera diferente del tuyo?" puede ser un punto de partida productivo.
Vayan juntos de compras
Los juguetes sexuales no se pueden devolver, así que si quieres asegurarte de que a tu pareja le va a gustar probar su regalo, considera la posibilidad de ir de compras juntos. Coged vuestros portátiles y una copa de algo y preparaos para una cita nocturna. Recuerda que, por muy abiertos que seáis el uno con el otro, lo más probable es que no conozcáis el panorama completo de la sexualidad de vuestra pareja, así que mantén una mente abierta y curiosa y cualquier comentario sorprendido guárdatelo para ti. Hay un dicho que dice que "no hay que comerle el coco a otro", y eso nunca es más importante que cuando ese otro es la pareja a la que quieres comprarle un juguete sexual.
Por ejemplo, digamos que a ti, por tu propio cuerpo, no te entusiasman los plugs, pero tu pareja no puede dejar de mirar uno. No digas algo como: "Qué asco", o "Para qué quieres eso", "No necesitas eso cuando me tienes a mí", o "Yo nunca usaría eso pero si tú quieres adelante". En lugar de eso, prueba con algo como: "Eso parece divertido, ¿qué te parece excitante?", "¿Debería ver si puedo encontrar alguna reseña de eso para ti?", "Me pregunto qué lubricante te sentaría bien con eso" o "Gracias por confiar en mí para esta exploración".
¿Cómo saber si un juguete sexual es "bueno"?
Saber si un juguete sexual es "bueno" es en parte subjetivo y en parte empírico. A menos que hayas pasado mucho tiempo explorando juguetes sexuales, probablemente no puedas adivinar cómo le sentaría algo a otra persona. Pero cuando se trata de saber si un juguete erótico es o no un buen juguete, hay algunas cosas en las que fijarse. Los juguetes resistentes al agua o a salpicaduras suelen funcionar para un mayor número de personas, aunque no se utilicen en la ducha, porque son más fáciles de limpiar y de manejar cuando hay mucho lubricante y fluidos corporales. Los juguetes recargables o con enchufe suelen ser más potentes que los que funcionan con pilas AA o AAA, y también suelen ser más sostenibles. Por último, fíjate en el material del que está hecho el juguete: 100% silicona es siempre una apuesta segura.
Recuerda que un juguete sexual regalado no va contigo
Si compráis un juguete sexual para usarlo juntos, es lógico que esperéis… usarlo juntos. Pero si estás comprando a tu pareja un juguete sexual como regalo para tu pareja, estate abierto al hecho de que podría o no querer usarlo contigo, y eso está bien. Tanto si eres un tío hetero que mira la caja del vibrador de su pareja y de repente se pregunta si está a punto de ser reemplazado (es sólo un juguete sexual); una lesbiana preocupada porque un arnés "signifique algo" sobre tu género o sexualidad o la de tu pareja (no es así, es sólo un juguete sexual, pero probablemente deberías deshacerte un poco de esa bifobia y transfobia); o cualquier otra persona que sienta algo más que excitación por haberle comprado a su pareja un juguete sexual nuevo y chulo (de nuevo, sólo es un juguete sexual), es importante recordar qué es realmente un juguete sexual: un juguete para el sexo. No es una acusación contra tu relación, tu rendimiento, tu vida sexual o tu persona. Es sólo un juguete sexual. Es posible que tu pareja necesite utilizar uno si quiere tener un orgasmo, y al utilizarlo simplemente está tomando su orgasmo en sus propias manos, que es como debería ser. (De todas formas, los orgasmos no son el objetivo del sexo, así que si te centras en eso, lo estás haciendo mal).
