En las comedias románticas y el porno, el sexo Siempre Va sobre ruedas. Claro que esta última situación puede complicarse ligeramente con la llegada inesperada de un repartiHacemosr de pizzas o un fontanero, pero esa adversidad suele superarse con bastante rapidez.
Esto es lo que diferencia el sexo en el mundo real de lo que vemos en la gran pantalla o en las pantallas de nuestros portátiles a las 2 de la madrugada.
En la vida cotidiana tenemos sexo inolvidable, desordenado, divertido, descoordinado, interrumpido, alucinante… todo el espectro de experiencias humanas puede tener lugar entre las sábanas.
Por supuesto, todos queremos que el sexo sea bueno, y todos queremos ser buenos en el sexo. Los nervios previos al sexo son totalmente comprensibles, pero también hay algunas formas sencillas de superarlos.
Entonces, ¿por qué do Nos ponemos nerviosos antes de desnudarnos con otra persona y hacerle pasar el mejor momento de su vida?
¿Cómo pueden afectarnos los nervios previos al sexo?
Cuando se sufren nervios previos al sexo, puede ser más difícil mantener una erección. Esto se debe a que las hormonas del estrés que inundan tu cuerpo hacen que los vasos sanguíneos se estrechen.
Las personas con vagina que sufren nervios pre-sexo pueden sentir que les cuesta "mojarse". La ansiedad impide que produzcamos nuestro lubricante natural, y cuando no nos sentimos mojadas, es difícil tener ganas de sexo.
La ansiedad de ejecución también puede ser responsable de que lleguemos al orgasmo demasiado pronto, o de que tardemos más de lo habitual en llegar. Entonces, ¿por qué se producen con tanta frecuencia?
¿Por qué tenemos nervios antes del sexo?
Cada persona tiene un motivo diferente para ponerse nerviosa antes de ponerse manos a la obra, y todos ellos pueden resultar complicados de superar.
Tal vez pienses que no vas a ser capaz de actuar como tu pareja espera, o que no le va a gustar tu cuerpo. Tal vez estés tan emocionado porque por fin ha llegado este momento que quieres que sea todo lo que habías soñado. Y puede que el sexo en el pasado no haya sido exactamente lo que esperabas, y te preocupa que esta vez tampoco lo sea.
Podrías estar presionándote para rendir, ¡y todos sabemos que el sexo placentero y la presión no se llevan bien!
Si el sexo no siempre ha sido una experiencia positiva para ti en el pasado, los nervios son la forma que tiene nuestro cuerpo de mantenernos protegidos. Pero también pueden frenarte e impedir que disfrutes, así que ¿cómo puedes dejarlos pasar?
Cómo aportar esa confianza previa al sexo
Trabajar en tu propia confianza corporal puede ser un buen punto de partida si sientes que tus nervios provienen de la inseguridad.
Consiéntete con lencería nueva, pasa más tiempo explorando tu propio cuerpo y siéntete cómoda con tus manías, todo ello te ayudará a convertirte en una amante más segura de ti misma.
La comunicación es fundamental, así que cuéntale a tu pareja por lo que estás pasando. Puede que no tenga ni idea de que estás nerviosa o ansiosa y podría empeorar las cosas sin querer.
Intenta dedicar más tiempo a los preliminares y menos a tratar el sexo y el orgasmo como el objetivo final. Si os quitáis la presión de tener sexo con penetración y os centráis en excitaros mutuamente, puede que los nervios os ayuden. (Aquí tienes 6 razones para dedicar más tiempo a los preliminares)
Si te cuesta superar los nervios previos al sexo por ti mismo o con la ayuda de tu pareja, deberías plantearte pedir cita con tu médico de cabecera u optar por algún tipo de asesoramiento. Puede que tu ansiedad sexual sea algo demasiado complejo como para que puedas solucionarlo tú solo, y un profesional comprensivo podría ser justo lo que necesitas.
No hay razón para aguantar los nervios previos al sexo, sobre todo si están afectando gravemente a tu vida romántica. Demuéstrate a ti mismo un poco de amor y paciencia, hazle saber a tu pareja lo que te pasa y no dudes en buscar ayuda profesional si es necesario. Todos nos merecemos sentirnos seguros y despreocupados entre las sábanas.