El sexo es maravilloso, y probablemente seamos pocos los que al leer esto no estemos de acuerdo.
Pero, a veces, puede ser frustrante, embarazoso y francamente incómodo. El problema más común que escucho de mis amigos es que no consiguen lo que quieren en el dormitorio. Claro, a veces lo que quieren es un desayuno con champán en la cama, pero no todos podemos tener eso todos los días.
Estoy hablando de conseguir lo que quieres entre las sábanas, y para algunos, la perspectiva de hablar con su pareja sobre esto puede ser un pensamiento aterrador. Pero no tiene por qué.
La causa principal para la mayoría de las personas es que no tienen confianza para comunicar sus deseos, y para algunos, ni siquiera están seguros de qué es lo que quieren.
¡No temas! Con estos consejos, pronto tendrás todas las herramientas que necesitas para saber lo que quieres en la cama y cómo pedirlo.
¡Ámate a ti misma!
Aprender lo que te gusta y lo que no en la cama es clave para una vida sexual satisfactoria, y algo que puedes descubrir fácilmente por ti mismo.
La masturbación conlleva toda una serie de beneficios para la salud (que puedes conocer aquí), pero además de beneficiar tu bienestar físico y mental, también puede hacer que tu vida sexual sea más satisfactoria a largo plazo.
Al explorar tu propio cuerpo, aprendes lo que te funciona y lo que no, y confiar en este conocimiento hace que sea más fácil comunicar estas preferencias a tu pareja.
Así que la próxima vez que te encuentres con una tarde libre, ten una cita contigo misma. Prepara el ambiente con unas velas, tus canciones favoritas, sábanas limpias y que empiece la diversión.
No tengas miedo de experimentar y prueba un método de estimulación que normalmente no utilizarías. Al fin y al cabo, cuando estamos solos y no hay presión, nos relajamos y nos permitimos descubrir algo nuevo.
Si quieres ir a por todas, ¿por qué no te regalas algún juguete nuevo? Empieza con algo sencillo, como un vibrador de dedo, un acariciador reversible o un huevo del amor, ya que son perfectos para jugar con una pareja después de haberlos probado en solitario.
La comunicación es la clave
A menos que salgas con una vidente, tu pareja no sabrá lo que quieres en la cama a menos que se lo digas. Aunque sin duda tendrían sus ventajas, los videntes son pocos y nunca podrías sorprenderles el día de su cumpleaños. Así que parece que vas a tener que hacerlo a la antigua usanza, hablando con tu pareja.
Para empezar, haz una lista de todos los actos sexuales con los que te sientas cómodo, de los que te gustaría probar y de los que te resulten totalmente impensables, y pídele a tu(s) pareja(s) que haga(n) lo mismo.
Esto te proporcionará una guía práctica de nuevas posturas y técnicas excitantes que puedes probar, así como una forma de romper el hielo para los deseos que no estés seguro de expresar.
Si éste es tu caso, es importante que recuerdes que no tienes por qué avergonzarte. Muchas personas comparten esta incomodidad y tienen dificultades para hablar de sus deseos sexuales.
También puede valer la pena escribir qué nombres prefieres utilizar para las partes del cuerpo, ya que te sentirás mucho más a gusto hablando de sexo y de tu cuerpo con tu pareja si ambos utilizáis palabras con las que os sintáis a gusto.
También en lo que respecta a los detalles más sutiles del sexo, recuerda siempre que es importante dar tu opinión a tu pareja tanto durante como después. Al principio puede parecer que estás regañando o criticando su técnica, pero el resultado final es una mayor satisfacción para ambos.
Ya sea un simple "acelera", "reduce la velocidad" o "un poco a la izquierda", la reacción que des al disfrutar más del sexo borrará cualquier preocupación que tengas de que duden de sus habilidades.
Por ejemplo, durante el sexo oral, si no estás seguro de tu técnica, haz que tu pareja se siente en el borde de la cama mientras lo realizas y dale la mano. Si tiene vulva, pídele que use su boca en la palma de tu mano para guiarte, o si tiene pene, pídele que te haga una demostración en tu dedo.
Haz que imiten su técnica preferida para recibir y copia los movimientos que hacen con tus propios labios y lengua. Puede parecer mucho trabajo, pero créeme, los resultados merecen la pena y os dejarán a los dos muy satisfechos.
Para tener un poco más de confianza durante el sexo oral, experimentar con lubricantes de sabores sin duda puede mejorar tu experiencia, y también tranquilizarte si estás nerviosa por tu sabor.
Todo es diversión y juegos
Los juegos pueden ser una forma estupenda de abrirse a nuevas experiencias sexuales. Todos hemos jugado alguna vez a "Verdad o reto", "Nunca me he atrevido" o "Anillo de fuego" y nos hemos vuelto un poco traviesos. Apuesto a que cuando lo recuerdas, te preguntas cómo pudiste ser tan audaz y atrevido cuando normalmente te ríes de la palabra pene (admítelo, sé que lo haces).
Kinky Confessions Truth or Dare y Talk Dirty Playing Cards Son dos juegos geniales para ampliar tus horizontes sexuales y experimentar con lo que te gusta hacer con tu pareja, además de ser una actividad estupenda para una cita nocturna cuando no os ponéis de acuerdo sobre qué película ver.
¿Y quién sabe? Dentro de poco podrías hacerles la competencia a Christian Grey y Ana Steele con tu nueva confianza en el dormitorio.
Lizi es estudiante de Sociología en la Universidad de Northumbria, y a menudo se la encuentra escribiendo en su blog como Some Angry Northern B*tch. Puede que aún no tenga las soluciones a los problemas del mundo, pero seguro que tiene algunas para tu vida sexual.
