Corregir los grandes conceptos erróneos sobre el “Gran O”: El orgasmo femenino:

Hay pocas cosas tan escurridizas en nuestra comprensión común del sexo como el orgasmo femenino. Todo el tiempo vienen pacientes a mi consulta preguntando sobre su orgasmo o lo que se considera "normal". ¿Por qué, después de todos nuestros avances en salud sexual, el orgasmo femenino sigue siendo un misterio? Gran parte de la culpa la tiene la falta de prioridad que nuestra cultura otorga a la salud sexual femenina y el hecho de que nuestra comunidad científica, encargada de entender el sexo, esté dominada y centrada en gran medida en los hombres.

Como profesional de la medicina sexual, la mitad de mis pacientes se identifican como mujeres y asumo la responsabilidad de educar a las mujeres y a sus parejas sobre los entresijos del orgasmo. Te sorprendería lo poco que saben sobre el tema las mujeres y sus profesionales sanitarios habituales. Pues bien, coge papel y bolígrafo porque estás a punto de aprender todo sobre el orgasmo. Vamos a desglosar todo lo que necesitas saber y a disipar los conceptos erróneos más comunes sobre el orgasmo femenino.

¿Por qué tienen orgasmos las mujeres?

Cuando se trata de hombres (juego de palabras intencionado), la razón del orgasmo es bastante clara. El orgasmo masculino está casi uniformemente ligado a la eyaculación. ¿Y cuál es el propósito de la eyaculación? La procreación. Los hombres son, después de todo, simplemente animales altamente evolucionados aquí para esparcir su semilla. La eyaculación y el orgasmo, por lo tanto, tienen un propósito evolutivo específico.

El propósito del orgasmo femenino es mucho menos transparente. Ha habido varias teorías y sugerencias de beneficios potenciales. Un estudio de 2016 sostuvo que "el rasgo similar al orgasmo femenino puede haber sido adaptativo, sin embargo para un papel diferente, a saber, para inducir la ovulación. Con la evolución de la ovulación espontánea, el orgasmo fue liberado para obtener funciones secundarias, lo que puede explicar su mantenimiento, pero no su origen"[1] Argumentan esencialmente que el orgasmo femenino es una reliquia del pasado sin ningún beneficio evolutivo obvio.

Aunque el orgasmo femenino no confiere ninguna ventaja evolutiva, cuando se produce en la mayoría de las mujeres se asocia típicamente con el placer. Y es el componente de placer la verdadera recompensa. El placer asociado al orgasmo puede ayudar a vincular a la mujer con su pareja (suponiendo que haya alguien cerca durante el orgasmo). El placer orgásmico también puede animar a las mujeres a tener más relaciones sexuales, lo que podría argumentarse que tiene algún propósito evolutivo. Pero lo que está claro es que los orgasmos femeninos tienen que ver principalmente con el placer y no con la procreación.

Corregir los grandes conceptos erróneos sobre el "Gran O": El orgasmo femenino:

¿Cómo se produce el orgasmo?

Antes de que se produzca la gran O, hay una secuencia de acontecimientos que suelen suceder. Se considera que la respuesta sexual consta de cuatro fases.

Fase 1 – ExcitaciónEn esta fase se produce un aumento de la tensión muscular, una aceleración del ritmo cardíaco y de la respiración, una vasocongestión periférica (enrojecimiento de la piel, congestión genital) y la producción de lubricación.

Fase 2 – MesetaEs una intensificación de la fase 1, con un aumento de la sensibilidad de los tejidos genitales y los senos y el comienzo de espasmos musculares.

Durante Fase 3 – OrgasmoSe produce un aumento de la descarga cerebral, una contracción muscular involuntaria generalizada, un aumento del gasto cardíaco y de la frecuencia respiratoria, y una liberación brusca y enérgica de la tensión.

En Fase 4 – ResoluciónEn (22), que se caracteriza por una sensación general de bienestar y fatiga, el cuerpo vuelve lentamente a un estado no estimulado y comienza un período refractario durante el cual no es posible tener más orgasmos. Las mujeres, con más frecuencia que los hombres, pueden tener orgasmos múltiples debido a un período refractario más corto.

¿Tiene el orgasmo algún beneficio para la salud?

Una rápida búsqueda en Internet sobre los beneficios del orgasmo femenino encontrará numerosas referencias a los efectos del orgasmo sobre la piel, el cabello, los labios e incluso la inteligencia, pero los datos sobre los posibles beneficios del orgasmo para la salud en las mujeres son limitados. Así que la mayor parte de lo que suponemos que pueden ser beneficios para la salud asociados al orgasmo se basa en nuestro conocimiento de algunas de sus propiedades. Por ejemplo, durante el orgasmo se segregan oxitocina y prolactina. Ambas hormonas son potentes relajantes y pueden tener un efecto sedante o ansiolítico. Algunos han sugerido que, debido a ello, los orgasmos pueden mejorar el sueño o la salud mental. También se sabe que la oxitocina alivia el dolor y ejerce una potente acción antiinflamatoria y antioxidante en los tejidos centrales y periféricos.

Los orgasmos también reducen los niveles de cortisol. A largo plazo, el cortisol aumenta el riesgo de ansiedad/depresión, enfermedades cardiacas, aumento de peso, dificultad para dormir y disfunción cognitiva y de la memoria. Así que reducirlo mediante orgasmos regulares puede resultar muy beneficioso para la salud en general.

Aunque el orgasmo no es necesario para lograr el embarazo, hay algunas pruebas que sugieren que los orgasmos pueden impulsar la fertilidad. Un estudio realizado en 2016 con solo seis mujeres descubrió que las mujeres que alcanzaban el orgasmo durante las relaciones sexuales tenían una mejor retención de espermatozoides, lo que puede tener efectos positivos en la fertilidad[2].

Ahora que comprende mejor los Porqués y los Cómos, dediquemos un minuto a abordar algunos mitos comunes sobre el orgasmo femenino.

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Mito nº 1: El orgasmo a través del sexo con penetración es común

No todos los orgasmos son iguales y no todas las mujeres orgasman de la misma manera. Las mujeres, en ese sentido, tienen más suerte que los hombres que dependen únicamente de la estimulación del pene para alcanzar el orgasmo. El orgasmo femenino puede ser clitoriano, vaginal e incluso cervical, o una mezcla de los tres (¿a quién no le gusta un orgasmo combinado?).

Históricamente, se pensaba que las mujeres que no alcanzaban el orgasmo vaginal a través del sexo heterosexual con penetración estaban dañadas o eran disfuncionales. Esta idea incluso fue promovida por líderes del pensamiento de la salud sexual de la época como Sigmund Freud, quien pensaba que el orgasmo vaginal era el tipo de orgasmo más superior. Ahora sabemos que muchas mujeres no alcanzan el orgasmo sólo con la penetración y que el orgasmo puede producirse sin penetración alguna.

Mito: #2: Los orgasmos no cambian

Los orgasmos, como muchas otras funciones corporales, evolucionan y se transforman a lo largo de la vida. Los orgasmos de las mujeres pueden fluctuar durante el ciclo menstrual. Dependiendo de la pareja, pueden ser más intensos o menos placenteros. Pueden ser más difíciles de alcanzar en momentos de estrés o con el uso de ciertos medicamentos. El cuerpo femenino también experimenta varios cambios drásticos de forma natural, incluida la menopausia, que pueden cambiar significativamente la forma en que puede (o no puede) llegar al orgasmo.

Mito nº 3: La incapacidad para el orgasmo es un problema psicológico

Hay varias razones que pueden interferir en la capacidad de una mujer para llegar al orgasmo. Los traumas físicos, emocionales, psicológicos y sexuales pueden afectar negativamente al orgasmo. Algunos ejemplos son la mutilación genital, las relaciones abusivas y la violación o el incesto. Las creencias socioculturales sobre el sexo y los comportamientos y prácticas sexuales aceptables también pueden influir. Por ejemplo, algunas creencias religiosas consideran sagrado el orgasmo femenino, mientras que otras pueden ver a la mujer simplemente como un vehículo para el placer masculino.

Dado que el orgasmo implica una respuesta tanto física como psicológica, muchos problemas de salud subyacentes también pueden dificultar el orgasmo femenino. La hipertensión y la diabetes afectan negativamente al flujo sanguíneo a los genitales, lo que a su vez puede dificultar el orgasmo. Los cambios hormonales que se producen con algunos métodos anticonceptivos o la menopausia pueden alterar la libido o la lubricación, inhibiendo así el orgasmo. Algunos antidepresivos son conocidos por dificultar la capacidad de alcanzar el clímax. Las mujeres que experimentan dolor en las relaciones sexuales también pueden encontrar imposible alcanzar el orgasmo. Incluso cirugías como la histerectomía, la labioplastia y los cabestrillos miduretrales colocados para tratar la incontinencia pueden interferir o, en ocasiones, incapacitar a una mujer para alcanzar el orgasmo.

Las mujeres con anorgasmia no pueden llegar al orgasmo. Puede tratarse de una afección de por vida o de algo que ocurre más tarde en la vida. Se calcula que hasta un 10-15% de las mujeres sufren anorgasmia. Sin embargo, otras mujeres (y hombres) pueden sufrir un trastorno conocido como trastorno orgásmico disociativo del placer (TODP). Las personas con PDOD experimentan los efectos físicos del orgasmo, pero no el placer asociado. Ambos ejemplos pueden deberse a una combinación de problemas psicológicos y físicos.

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Mito nº 4: Buen sexo = Orgasmo

La definición de buen sexo puede variar de una mujer a otra. Algunas mujeres obtienen placer sexual complaciendo a su pareja. Para una persona, la estimulación del clítoris puede ser imprescindible. Para otra, el coito vaginal puede ser la solución. Para otra, el sexo oral puede ser la actividad sexual que la lleve al orgasmo. El buen sexo puede implicar una conexión espiritual, intimidad emocional o caricias placenteras sin llegar necesariamente al orgasmo. La satisfacción sexual puede adoptar muchas formas.

Mito nº 5: La mayoría de las mujeres pueden tener orgasmos múltiples

Si bien es cierto que el tiempo refractario de las mujeres suele ser más corto que el de los hombres, lo que facilita los orgasmos múltiples, es falso suponer que esto ocurre en la mayoría de las mujeres. Las investigaciones sobre orgasmos sugieren que sólo alrededor del 15% de las mujeres son multiorgásmicas. Así que si eres de las que sólo tienen uno, no te sientas mal. La mayoría de las mujeres son como tú.

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Mito #6: Las mujeres no pueden hacer nada para mejorar su orgasmo

Como ya hemos comentado, el orgasmo es una cuidadosa interacción entre múltiples factores psicológicos y físicos. Las mujeres que desean mejorar o potenciar su orgasmo deberían centrarse en los factores modificables que se sabe que influyen en la experiencia sexual. Algunos estudios los han destacado, como el aumento de la actividad física (ejercicio) y la mejora del acceso a la educación sexual[3]. Las mujeres que reciben afecto a diario de su pareja y/o mantienen una comunicación íntima con ella tienden a tener una mejor función sexual, al igual que las mujeres con una imagen corporal positiva. Mejorar o buscar estos aspectos puede ayudar a la mujer a mejorar su función orgásmica.

Por último, no se puede subestimar la importancia de la masturbación para optimizar el orgasmo. La masturbación ayuda a la persona a descubrir lo que le hace sentir bien y lo que no. La autointimidad que conduce al orgasmo puede ayudar a intensificar el orgasmo con la pareja. Masturbarse con juguetes o utilizar lubricantes como Estos También pueden llevar tu orgasmo al siguiente nivel. Y las mujeres siempre deberían considerar la posibilidad de incorporar la masturbación a las relaciones sexuales con su pareja para maximizar al máximo su placer.

Referencias:

[1] Pavličev, M, Wagner, G, 2016. El origen evolutivo del orgasmo femenino. J. Exp. Zool. (Mol. Dev. Evol.) 326B: 326- 337.

[2] King R, Dempsey M, Valentine KA. Measuring sperm backflow following female orgasm: a new method. Socioaffect Neurosci Psychol. 2016;6:31927. Publicado el 25 de octubre de 2016. doi:10.3402/snp.v6.31927

[3] McCool-Myers, M., Theurich, M., Zuelke, A. et al. Predictores de la disfunción sexual femenina: una revisión sistemática y un análisis cualitativo a través de paradigmas de desigualdad de género. BMC Women’s Health 18, 108 (2018). https://doi.org/10.1186/s12905-018-0602-4

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Paulina López

Me llamo Paulina López y he pasado los últimos diez años de mi vida explorando el siempre cambiante mundo de los juguetes sexuales. Como mujer, creo que comprender nuestro propio cuerpo, abrazar nuestros deseos y buscar el placer son componentes esenciales de una vida plena. El propósito de esta autobiografía es compartir mi trayectoria como revisora de juguetes sexuales, las experiencias y lecciones que he aprendido, y el impacto que mi trabajo ha tenido en mi crecimiento personal y en la vida de los demás.

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