Con motivo del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, nos acercamos al sexo seguro.
Aunque creamos que lo sabemos todo desde el instituto, nunca está de más repasar nuestros conocimientos sobre sexo seguro. Las infecciones y enfermedades de transmisión sexual siguen proliferando entre las personas sexualmente activas y, por desgracia, parece que han llegado para quedarse.
La información sobre sexo seguro es aún más esencial para quienes viven con enfermedades de transmisión sexual, ya que incluso quienes viven con el VIH pueden tener una vida sexual activa. Sin embargo, todos tenemos la responsabilidad de mantener a salvo a los demás.
En este breve blog, compartimos 5 formas clave de practicar sexo seguro.
Utilizar preservativo
Empecemos por lo básico. Los preservativos y los protectores dentales son una parte esencial del sexo seguro. Crean una barrera física entre tus partes y las de tu amante, manteniéndote libre de cualquier infección indetectable.
Los preservativos tienen una eficacia del 98% frente a las ITS, pero esta cifra disminuye drásticamente si se utilizan de forma incorrecta. Por ejemplo, si usas un preservativo de tamaño incorrecto, podría romperse o salirse durante el acto sexual, dejándote desprotegido.
Asegúrate de elegir el tamaño adecuado leyendo nuestra breve guía sobre preservativos.
Si tu pareja se queja del uso del preservativo (las excusas más habituales son la pérdida de sensibilidad o que "aprieta demasiado"), enséñale los distintos tipos de preservativos que existen. Los hay para todos los penes, desde los extra grandes hasta los sin látex, para los alérgicos al látex. Si aún así se niegan, indícales que salgan por la puerta.
Sé transparente con tu pareja
Tanto si vives con una ETS como si no, siempre debes ser transparente con tu pareja. Ser abierto sobre tu historia sexual te permite a ti y a tu amante tomar una decisión informada sobre dormir juntos.
Si no estás seguro de cómo tener esta conversación, habla con tu médico, o con tu enfermera de salud sexual, ya que pueden ayudarte a encontrar las palabras para que ambos estéis seguros.
Hazte pruebas de ITS con regularidad
Tanto si estás soltero como si tienes una relación estable, siempre es una buena idea someterse a revisiones periódicas de salud sexual. Si bien una vez al año es una buena regla general, aquellos que son muy activos sexualmente deberían considerar ir una vez cada seis meses.
Aunque en un mundo perfecto sería estupendo confiar en todas nuestras parejas sexuales, en realidad la gente miente y te pone en peligro voluntariamente cuando lo hace. Por eso es fundamental que pongas tu salud en tus manos y te hagas pruebas a menudo. También significa decir no a quien se niegue a hacerlo.
Anima a tus compañeros a hacerse la prueba
Lo entendemos. Pedirle a tu amante que vaya a la clínica puede ser una conversación incómoda. Pero recordemos que acostarse contigo es un privilegio y lo mínimo que pueden hacer es asegurarse de que no te están poniendo en peligro.
Los controles de salud sexual son rápidos y sencillos, ambos habréis entrado y salido de allí antes de que puedas decir "femidom". En cambio, las ITS y las ETS pueden ser increíblemente desagradables y peligrosas.
Si la pareja que has elegido se niega a hacerse la prueba antes de tener relaciones sexuales, es razón suficiente para que no te acuestes con ella (ni la vuelvas a ver). La salud sexual salva vidas, así que quien no respete eso ya sabe dónde está la puerta.
Para quienes viven con una ITS, como el VIH, mantener una relación sexualmente activa no está fuera de su alcance: sólo requiere diligencia, transparencia y muchas pruebas periódicas. Sé sincero con tu amante, habla con tu médico y tómate siempre la medicación.
El sexo seguro es buen sexo
Por desgracia, nunca estamos 100% a salvo de las ITS y las ETS. Aunque los índices están bajando, todavía corres el riesgo de infectarte cuando mantienes relaciones sexuales. Por eso es esencial que te tomes en serio tu salud sexual: utiliza preservativos, sé transparente sobre tu historial sexual con tus posibles parejas y hazte pruebas con regularidad.
Aunque no suene del todo sexy, debemos recordar que el sexo seguro ES buen sexo: no hay nada más caliente que alguien que te tira por el dormitorio, respetando al mismo tiempo tu salud sexual.
Si alguien intenta presionarte o no respeta tus límites, en primer lugar no merece tener sexo contigo.