Diez maneras de hacer que el sexo misionero sea cualquier cosa menos ‘vainilla’

Es fácil tachar el sexo al estilo del misionero de poco inspirador y aburrido. Esta postura, en la que la pareja que recibe se tumba boca arriba y la que da se coloca encima, suele considerarse la forma más vainilla, básica y convencional de practicar sexo. Pero merece mucho más crédito que eso.

"Lejos del estigma de ‘sexo aburrido y vainilla’ que, por desgracia, lleva asociado el misionero, esta postura ofrece la oportunidad de una mayor intimidad emocional porque estás cara a cara con tu amante", dice Kiana Reeves, directora de marca y educadora de la empresa de salud y bienestar sexual Foria.

De hecho, en esta posición, podrías sentir una conexión especialmente poderosa con tu pareja porque eres capaz de mirarle a los ojos, besarle y disfrutar de un contacto corporal completo, dice Reeves.

Además, hay muchas formas de llevar la postura clásica al siguiente nivel que quizá no te habías planteado. Aquí tienes algunos consejos de expertos para "remezclar" el misionero y obtener aún más placer.

1. Considéralo sólo una parte de una experiencia de "varios platos".

Lyndsey Harper, doctora en obstetricia certificada y directora ejecutiva de la plataforma de bienestar sexual Rosy, anima a la gente a pensar en el sexo misionero como un "delicioso plato en el buffet." "Hay muchas otras opciones y complementos antes, después y durante", apunta.

Anne Hodder-Shipp, educadora sexual certificada por el Colegio Americano de Sexólogos (ACS), está de acuerdo y señala: "El misionero no tiene por qué ser el evento principal, ni siquiera el final, así que disfruta del misionero como lo harías con cualquier otro tipo de sexo, y recuerda que el sexo no tiene por qué terminar sólo porque uno de los miembros de la pareja haya llegado al orgasmo."

2. Asegúrate de calentar.

Antes de zambullirse en el misionero -o en cualquier otra posición-, disfruta de actividades que aumenten tu excitación, como enviar mensajes de texto a tu pareja o leer una historia erótica (solos o juntos), sugiere la doctora Harper.

También puedes probar el sexo oral, la estimulación con vibradores (para la estimulación del clítoris, utiliza el SILA Cruise de LELO), la estimulación manual, los juegos de rol, el bondage/vendar los ojos y el lenguaje obsceno, sugiere la doctora Laurie Mintz, experta en sexo de LELO y autora de Becoming Cliterate Y Guía de la mujer cansada para el sexo apasionado. "Mientras sea placentero y consentido, ¡el cielo es el límite!", dice.

3. Prueba esta variante de sexo perezoso por la mañana.

En lugar de que un miembro de la pareja se suba encima del otro, considera un giro relajado del misionero: Los dos miembros de la pareja pueden tumbarse de lado, uno frente al otro, mientras la pierna del que recibe rodea el cuerpo del que da para hacer sitio a la penetración, aconseja Reeves. Esta variante puede resultar más cómoda, y quizá un poco más perezosa y adaptada al sexo matutino.

4. Incorpora almohadas.

"Empieza con almohadas que puedan colocarse bajo las nalgas de la pareja receptora", recomienda Shannon Chavez, Psy.D., psicóloga y terapeuta sexual de Los Ángeles. Esto elevará las caderas, lo que, a su vez, mejorará la presión, la fricción y la sensación para aumentar su potencial de placer.

5. Póngase nervioso.

Haz que la pareja que penetra se coloque en el extremo de la cama, mirando hacia la cabecera, y la pareja que recibe puede tumbarse en la cama con las caderas y el trasero hacia el borde, recomienda Mintz. "La ventaja de esto es la novedad y, de nuevo, cambiar el ángulo de la penetración", señala.

6. Considera estos movimientos para una penetración más profunda.

Si quieres intensificar la posición, la pareja receptora puede levantar y doblar las piernas contra tu pecho mientras sigue tumbada boca arriba para una penetración más profunda, dice Reeves. "O puedes pedirle a tu pareja que te abra las piernas y las extienda hacia los hombros para conseguir un ángulo diferente y una penetración más profunda", señala.

7. Prioriza la estimulación del clítoris.

"La estimulación del clítoris es clave para las personas con vulvas en cualquier posición", dice Reeves. "Aumenta significativamente las posibilidades de llegar al orgasmo durante una experiencia sexual y puede ayudarte a alcanzar distintos tipos de orgasmos a través de la vía conectada del complejo clitouretralvaginal". Esta es una palabra larga para la simple idea de que todo nuestro cableado del placer funciona conjuntamente cuando se estimula por separado, que es como podemos experimentar diferentes combinaciones de orgasmos."

Para lograr la estimulación del clítoris durante el sexo misionero, puedes utilizar tu mano o la de tu pareja o considerar la posibilidad de añadir un vibrador, explica la doctora Harper. "Un pequeño vibrador en forma de bala funciona mejor en esta situación porque no estorba o un vibrador combinado que pueda estimularte a ti y a tu pareja al mismo tiempo también funciona para algunas parejas", señala. Prueba uno: Tiani 3 o TOR 2 de LELO.

8. Prueba un juguete anal.

El misionero se presta a la estimulación anal. Cualquiera de los dos miembros de la pareja, o ambos, pueden usar un juguete anal, y puede resultar especialmente placentero para la pareja que lo recibe, porque ofrece la sensación de estar "lleno", dice Hodder-Shipp. "También es una forma estupenda de que la pareja que da experimente una estimulación adicional con las manos libres", señala.

Si eres tú la que está tumbada boca arriba, asegúrate de que sea un plug anal con el extremo plano, para que no estorbe ni cause molestias, recomienda Reeves. No olvides el lubricante.

9. Apuesta por la sensualidad.

"La posición del misionero te permite utilizar los sentidos como potenciadores de la excitación", señala Chávez. Por ejemplo, puedes sentir el olor de tu pareja acurrucando tu cara en su pecho o cuello mientras te calientas, señala.

"Mirar a los ojos y conectar visualmente con tu pareja puede aumentar la excitación y liberar hormonas que aceleran los sentimientos de seguridad y unión", añade Chávez. El misionero también te permite hablar con tu pareja, leer sus señales faciales y asimilar mejor los ruidos que pueda hacer durante el sexo. "Todos estos factores pueden aumentar tu propia excitación y deseo", dice Chavez.

10. Comparte tus necesidades.

"En el caso de las mujeres, dependiendo del momento del ciclo en que nos encontremos y de lo que nos ocurra en la pelvis, puede que algunas posturas no nos vayan bien en determinados momentos, mientras que otras pueden resultar incómodas o directamente dolorosas", reconoce la doctora Harper. Por eso, si alguna vez sientes dolor sexual, asegúrate de comunicárselo a tu pareja.

"A veces esto puede aliviarse con un ligero cambio en el ángulo de la posición tuya o de tu pareja, disminuyendo la profundidad o el ángulo de penetración", dice la doctora Harper. "Esto se puede conseguir rotando ligeramente el cuerpo de cualquiera de los dos miembros de la pareja o colocando una pequeña almohada bajo las caderas del miembro inferior".

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Paulina López

Me llamo Paulina López y he pasado los últimos diez años de mi vida explorando el siempre cambiante mundo de los juguetes sexuales. Como mujer, creo que comprender nuestro propio cuerpo, abrazar nuestros deseos y buscar el placer son componentes esenciales de una vida plena. El propósito de esta autobiografía es compartir mi trayectoria como revisora de juguetes sexuales, las experiencias y lecciones que he aprendido, y el impacto que mi trabajo ha tenido en mi crecimiento personal y en la vida de los demás.

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