Olvídate de los perros, las varitas son el mejor amigo del hombre.
Las mujeres han conocido los maravillosos beneficios de una varita mágica durante décadas, desde que la varita mágica de Hitachi se encontró sirviendo a un nuevo propósito en los dormitorios de las mujeres de todo el mundo. Las profundas vibraciones son increíbles para la estimulación externa del clítoris, un descubrimiento más estimulante que la corriente alterna.
Pero sólo recientemente los hombres han descubierto los increíbles usos de la varita mágica.
Desde lidiar con los dolores post-gimnasia, a ser un verdadero complaciente de la pareja, tener una varita en su posesión puede transformar la forma en que vive su vida.
Estas son algunas de las razones por las que necesitas una varita mágica.
1. Hombres que dan masajes
No hay nada como un masaje. Después de un agotador día de trabajo o de una dura sesión en el gimnasio, ¿no sería estupendo llegar a casa y disfrutar de un intenso masaje de tejidos profundos? Pues puede hacerlo. Con potentes varitas como la Classic Wand Vibrator, puedes sujetarlas contra la espalda, los omóplatos y otras zonas doloridas y dejar que sus fuertes vibraciones alivien tus partes sensibles y cansadas.
Usar una varita mágica sobre la ropa es genial, pero también está bien con un poco de aceite de masaje sobre la piel desnuda, como lo haría tu masajista imaginaria. Recuerda que los cabezales de silicona y el aceite no se llevan bien.
2. Friendulum
Si tienes pene, probablemente ya sabrás que tu frenillo es tu amigo. Esa banda de tejido elástico y supersensible bajo el glande está llena de terminaciones nerviosas que esperan ser tocadas, acariciadas, lamidas y, ya lo adivinaste, masajeadas con vibraciones.
Algunos hombres pueden alcanzar el orgasmo estimulando únicamente esta zona. Utiliza una varita, quizá algo más pequeña para empezar, como la varita Mantric, y mantenla contra el frenillo antes de empezar con las vibraciones. Mantenla quieta y aumenta la velocidad, o realiza pequeños masajes circulares.
Utiliza un poco de lubricante para que las sensaciones sean lo más suaves posible.
3. Los accesorios son la clave
Yo diría que un accesorio extra es a una varita lo que un pañuelo de bolsillo es a un traje, pero dudo que ninguno de los dos haya provocado nunca un orgasmo de agarrarse las sábanas, morderse los labios y apretar los dedos de los pies. Aunque podría estar equivocado, todos tenemos nuestras manías. La cuestión es que una varita mágica puede transformar por completo tu experiencia y proporcionarte un estilo de placer y estimulación totalmente nuevo.
Los mejores resultados se obtienen cuando se utiliza un poco de lubricante a base de agua para deslizarse en el manguito.
Otra opción es un accesorio diseñado específicamente para estimular la próstata. Algo como los accesorios Wand Essentials o el Deluxe G-spot, que funciona para ambos sexos, es perfecto para transmitir esas potentes vibraciones directamente a tus puntos más dulces.
4. Compartir es cuidar
Las varitas, a pesar de su tamaño, son juguetes estupendos para usar durante el sexo, ya sea vagina y pene, pene y pene, o vagina y vagina. Se pueden colocar entre ambos miembros de la pareja para lograr una estimulación mutua. Dependiendo del tipo de pareja que seáis, funcionan mejor distintas posturas.
También invertir en algo como el Liberator BonBon Toy Mount puede facilitar el uso de tu varita en una variedad de posiciones maravillosas, permitiendo que ambos miembros de la pareja se beneficien.
5. Salvar las distancias
Los estudios han demostrado que hay una disparidad flagrante entre el número de mujeres que llegan al orgasmo durante el sexo, frente al número de hombres. Para un gran porcentaje de mujeres, el sexo sin estimulación del clítoris no conduce al orgasmo. Y muchas mujeres descubren que pueden correrse mucho más fácilmente con la ayuda de un vibrador.
Puede que no lleven uno siempre en el bolso (en caso de encuentros improvisados), o al principio de una relación, pero puede ser algo que se incorpore al juego más adelante. Tener un vibrador con múltiples usos, como una varita mágica, puede ser una gran manera de salvar esa brecha del orgasmo desde el principio.
Además, mostrar que no te sientes intimidado por los juguetes sexuales puede ser muy relajante para tu pareja, que de otro modo podría agonizar durante un rato sobre si su vibrador de conejo favorito puede saltar a la cama con vosotros dos.
