Lo que le ocurre a tu cerebro cuando te excitas, según los expertos

La excitación se refiere a una reacción fisiológica que tenemos ante los estímulos que nos preparan mental y físicamente para el sexo. Literalmente, es como encender un interruptor: donde antes había oscuridad, ahora hay luz. Donde no había nada, ahora hay sensaciones. Aunque hay algunos indicadores obvios, lo que realmente le ocurre a tu cerebro cuando te excitas no es algo en lo que muchos de nosotros pensemos mucho. Pero, sinceramente, deberías hacerlo, porque es fascinante y… Sexy.

Físicamente, nuestros cuerpos reflejan la excitación de forma sutil: rubor, dilatación de las pupilas, aumento del flujo sanguíneo y lubricación de los genitales, erección de los pezones… Pero químicamente, nuestros cuerpos hacen cosas aún más excitantes, a una escala totalmente invisible. Según el Dr. Jess O’Reilly, sexólogo residente de ASTROGLIDE, el sexo es una actividad cerebral más que corporal.

"Aunque a menudo asociamos el corazón con el amor y el sexo, su participación en los procesos sexuales es en realidad muy mínima en comparación con la del cerebro". O’Reilly explica a Bustle que, aunque el sexo es una experiencia multisensorial (que se cruza con procesos físicos, psicológicos, relacionales y emocionales), todos los sentidos están conectados al cerebro.

"Tu cerebro en el sexo se parece a esto: La hipófisis se enciende; el núcleo accumbens y el tegmental ventral se activan; el hipotálamo se pone a toda marcha", dice O’Reilly. Es una tormenta de palabras y reacciones difíciles de pronunciar, pero que incluso en su complejidad resultan atractivas. "Esencialmente", explica O’Reilly, "a medida que caes en la euforia, el centro de razonamiento y comportamiento de tu cerebro se apaga por completo". Es decir, cuanto más excitado estás, menos espacio tienes para otros pensamientos. Tu cerebro se convierte en un centro de placer y sólo puedes concentrarte en "sí, sí, sí".

Aunque el sexo es sin duda una actividad física y química, O’Reilly cuenta a Bustle que está oficialmente demostrado que también es una actividad emocional. "Confirmado por tomografías por emisión de positrones (PET) del cerebro tomadas durante la actividad sexual y el orgasmo, los escáneres mostraron que durante el sexo, el circuito de recompensa del cerebro se enciende. Se activan tanto la amígdala, que controla las emociones, como la zona que gestiona la función muscular". Es decir, se sienten física y emocionalmente las recompensas de las sensaciones positivas: el cuerpo se siente bien y los pensamientos son positivos, if Lo estás disfrutando. "Desde un punto de vista químico, las zonas relacionadas con la liberación de dopamina se convierten en focos de actividad durante el sexo, lo que se traduce en un aumento de los niveles del neurotransmisor del bienestar", explica O’Reilly. Esto significa que el cerebro envía sustancias químicas al torrente sanguíneo que generan una sensación positiva general, lo que demuestra que, para la mayoría de los adultos sanos, excitarse es bueno en más de un sentido.

Además, "cuando se activa la glándula pituitaria, se liberan endorfinas, oxitocina y vasopresina, que favorecen la intimidad, la creación de lazos afectivos e incluso la reducción del dolor", afirma O’Reilly. Sí, la excitación puede incluso combatir un dolor de cabeza o, al menos, distraerte de ciertos dolores sordos o crónicos. "Estas evidentes respuestas cerebrales pueden servir para ayudarte a entender y gestionar tus emociones antes, durante y después del sexo", explica O’Reilly a Bustle, recordándonos el verdadero significado de dejarse "llevar".

Si te estás imaginando tu cerebro excitado como un Lite Brite, es justo lo que necesitas. O’Reilly afirma que el cerebro humano durante el orgasmo tiene un aspecto casi idéntico al de un cerebro drogado, lo que también arroja luz sobre por qué es posible engancharse también al sexo. "Dado que el córtex orbitofrontal lateral, la sección responsable de la toma de decisiones racionales, se apaga por completo durante el orgasmo, a menudo dejamos a un lado la lógica cuando nos enfrentamos a la perspectiva del sexo", advierte O’Reilly, subrayando la importancia de ser conscientes del poder de la excitación.

Tanto si estás viendo una escena tórrida en la pantalla como si te estás acercando a una pareja potencial, tu cerebro está pasando a un modo poderosamente ambicioso que sólo va a tener espacio para un pensamiento: el sexo. Así que si te encuentras en una situación de transición hacia el sexo, es importante que sepas que tu cerebro no va a estar de guardia para ayudarte a decidir si tener relaciones sexuales es una buena idea o no. No menosprecies nunca tu deseo sexual, si has decidido en tu mente pre-excitada que practicar sexo no es una buena idea, déjalo claro a la persona con la que estás y crea distancia si es necesario.

Experto:

Dr. Jess O’Reilly, sexólogo.

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Paulina López

Me llamo Paulina López y he pasado los últimos diez años de mi vida explorando el siempre cambiante mundo de los juguetes sexuales. Como mujer, creo que comprender nuestro propio cuerpo, abrazar nuestros deseos y buscar el placer son componentes esenciales de una vida plena. El propósito de esta autobiografía es compartir mi trayectoria como revisora de juguetes sexuales, las experiencias y lecciones que he aprendido, y el impacto que mi trabajo ha tenido en mi crecimiento personal y en la vida de los demás.

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