No nos malinterpretes, desnudarse y chocar tus feos contra otro par de feos es un acto bastante íntimo.
Pero cuando se trata de construir, mantener y recuperar una estrecha relación romántica, el sexo es sólo una pieza del rompecabezas.
La intimidad es una parte fundamental del éxito de las relaciones románticas. En este blog exploramos formas de construir intimidad, que no necesariamente incluyen el sexo.
¿Qué es la intimidad?
Lo más importante que hay que recordar sobre la intimidad es que los seres humanos la anhelamos. Las relaciones íntimas no sólo nos hacen sentir seguros y felices, sino que son esenciales para nuestra salud física y emocional.
Hay muchas formas de intimar con un ser querido, desde cogerse de la mano hasta despertar a los vecinos. Pero, al igual que no se puede construir de la noche a la mañana, la intimidad es algo que ambos deben trabajar y cultivar.
Aunque los actos de intimidad pueden variar mucho de una pareja a otra, la confianza, la honestidad y la vulnerabilidad son los ingredientes clave.
¿En qué se diferencia la intimidad del sexo?
El sexo es una forma maravillosa de intimar con tu pareja, sin embargo no es el todo y el fin de todo.
Aunque hay muchas cosas que pueden afectar a tu vida sexual, desde la disfunción eréctil hasta el parto, pasando por problemas de salud mental, es esencial que te mantengas cercano y afectuoso con tu pareja.
El contacto no sexual permite a tu pareja saber que la quieres si el sexo no es posible. Y nunca se sabe, iniciar un contacto romántico podría volver a poner el sexo sobre la mesa, o tal vez sobre el suelo o la encimera de la cocina.
Recuperar la intimidad perdida
El contacto no sexual tiene muchas formas, sólo hay que encontrar la que mejor se adapte a la pareja.
Intentad compartir actividades personales de tú a tú que sean exclusivamente entre vosotros. Básicamente, si lo harías con tu cartero, tu profesor de judo o tu madre, sigue pensando.
Aquí tienes algunas ideas para empezar.
1. Rub-a-dub-dub
Siempre que dispongáis de espacio, una larga y lujosa cuchara en una bañera llena de agua burbujeante y tibia es una forma estupenda de sentiros cerca el uno del otro.
Atrévete y enciende unas velas, haz burbujear una bomba de baño y sube el ambiente a 11.
2. 2. Saca los aceites de masaje
En contra de la creencia popular, los masajes no tienen por qué acabar siempre en sexo. Aunque darle a tu media naranja un masaje desnudo y aceitoso podría desembocar fácilmente en un revolcón, no tiene por qué ser así.
El contacto físico con el único propósito de hacer sentir bien a tu amante es suficiente para crear cercanía.
Pero bueno, si eso lleva a un poco de mambo en el colchón, ¡que así sea! Eso sí, asegúrate de que todo el mundo ha tenido su turno de masaje.
3. Leerse unos a otros
Aunque pienses que hemos retrocedido al siglo XVI, escúchame. Hay algo increíblemente íntimo y romántico en que te lean.
Puede que se deba a la naturaleza tradicional de este acto, que resulta inocente pero cargado de romanticismo, o puede que resulte vulnerable y, por tanto, increíblemente íntimo. En cualquier caso, acurrucarse y compartir tu libro favorito con tu persona favorita es una forma segura de estrechar lazos.
4. Monerías
Los chimpancés crean estrechos vínculos sociales a través de diversas formas de acicalamiento, y además son nuestros parientes vivos más cercanos. Aunque no te aconsejo que te comas los bichos que encuentres en el pelo de tu pareja, hay algo que decir sobre el poder del acicalamiento a la hora de crear intimidad. Actos tan sencillos como cepillarse, trenzarse o lavarse el pelo son una forma fantástica de sentirse cerca el uno del otro.
No sólo tenemos un montón de terminaciones nerviosas en la cabeza y el cuello, sino que actos suaves como cepillarse el pelo pueden estar relacionados con buenos recuerdos de cuando nos cuidaban de pequeños, haciéndonos sentir seguros y queridos.