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Aprender a amar tu cuerpo es bueno para tu salud en general. Cuando te sientes bien con tu cuerpo, tienes más probabilidades de ser feliz en tu relación, de tener niveles más altos de autoestima y niveles más bajos de depresión y ansiedad.
Pero los beneficios de la positividad corporal también se extienden al dormitorio. He aquí algunas de las formas en que la positividad corporal te convierte en un mejor amante:
La positividad corporal allana el camino hacia nuevos horizontes sexuales.
Cuando amas tu cuerpo, estás dispuesto a dejarlo actuar, explorar y experimentar el sexo de formas nuevas y excitantes. En lugar de preocuparte por tu aspecto, puedes disfrutar de las sensaciones sexuales centrándote realmente en cómo te sientes.
Si amas tu cuerpo, es más probable que estés dispuesta a probar nuevas posturas, movimientos y técnicas. Es menos probable que te inhibas por un discurso negativo sobre ti mismo (p. ej. La luz me hace parecer huesudo en esta postura.) y es más probable que te deleites en el propio esfuerzo. En lugar de preocuparse por lo que piensa su pareja (p. ej. ¿Pueden ver la marca de nacimiento cuando estoy de rodillas?), puedes dedicar tu energía a moverte, rechinar, rebotar, empujar y/o respirar de forma que aumente tu placer y el de tu pareja.
Las investigaciones revelan que la imagen corporal y la autoestima en general están positivamente correlacionadas. Y como la confianza en uno mismo aumenta la disposición a probar cosas nuevas, es probable que amar tu cuerpo te convierta en un amante más abierto y aventurero.
Positividad corporal = más orgasmos
Un estudio publicado en el International Journal of Sexual Health utilizó una escala de nuevo desarrollo para medir las actitudes de hombres y mujeres hacia los genitales y reveló una conexión entre la actitud y la experiencia de placer sexual. Las mujeres que se sienten bien con sus genitales tienen más probabilidades de tener orgasmos y practicar conductas que promueven la salud sexual. Estos comportamientos incluyen autoexplorarse la vulva y acudir al médico para someterse a exámenes ginecológicos.
El estudio también reveló que, en general, los hombres tienen una actitud positiva hacia los genitales femeninos en lo que respecta al aspecto, el olor y el sabor, a pesar de los estereotipos culturales que pueden sugerir lo contrario.
Así que anímate a conocer tus genitales en nombre de unos orgasmos mayores y mejores. Compruébalos con un espejo de mano. Siente la textura de tu piel. Familiarízate con sus contornos y con la reacción única de tu cuerpo al tacto físico, que probablemente cambie con tus patrones de sueño, dieta, niveles de estrés y ciclo menstrual.
Si eres una persona con vulva, también puedes darte un masaje no sexual de vez en cuando: no todo contacto genital es sexual. Prueba a utilizar unas gotas de Aceite ASTROGLIDE O en la punta de los dedos. Aplícalo sobre los labios con un movimiento lento, firme y de fricción, y siente cómo la relajación se extiende por todo tu cuerpo.
Contagio Positivo
Cuando amas tu cuerpo, es probable que tu pareja se sienta más a gusto con su aspecto físico, ya que la imagen corporal es contagiosa. Es probable que las personas que confraternizan con compañeros que hablan despectivamente de su propio cuerpo hagan lo mismo. De ello se deduce que lo que sientes por tu cuerpo afecta a cómo te ve tu pareja y a cómo se ve a sí misma. Las investigaciones también sugieren que la confianza es el principal atractivo sexual, así que deja de hablar mal de tu cuerpo y encuentra razones para amarlo.
¿Tu cuerpo rinde para ti en el ámbito de la danza, el fitness, el yoga u otra actividad física que te guste? Muéstrale tu gratitud.
¿Te transporta tu cuerpo a lugares emocionantes como recipiente de tu humanidad? Claro que sí. Más te vale apreciarlo.
¿Se mueve su cuerpo a voluntad? ¿Puedes controlar (algunos de) tus movimientos corporales? Da gracias; la capacidad de mover el cuerpo a voluntad no es una experiencia universal.
Cuando te quejas a tu pareja de tu cuerpo, le restas aprecio y admiración. Por ejemplo, si te quejas de tu barriga o de tus muslos, puede que evite tocar esas zonas por miedo a molestarte durante el juego sexual. La negatividad de tu cuerpo puede afectar a su comodidad en la cama y, aunque se esfuercen por reafirmarte en tu atractivo, esto puede desviar su atención de simplemente deleitarse con tu hermosa forma. Así que deja de quejarte. No hace nada por tu autoestima ni por tu vida sexual.
La positividad corporal aumenta la excitación y el placer, tanto para ti como para tu(s) pareja(s).
Amar tu cuerpo significa que es menos probable que caigas en el mal hábito de ser espectador (mirar la experiencia sexual como si fueras un observador externo) y más probable que te relajes y experimentes realmente el encuentro tanto con tu cuerpo como con tu mente. Las investigaciones demuestran que es habitual que el placer de una persona esté positivamente correlacionado con el placer de su pareja (o al menos con su estimación del placer de su pareja), por lo que si amas tu cuerpo y disfrutas del sexo -en lugar de analizar tu aspecto- también estarás ayudando a tu(s) pareja(s) a hacer lo mismo.
