Aunque el término "bordear" puede utilizarse para describir la práctica de mantener unas líneas limpias y nítidas entre el césped y los parterres del jardín, no es ése el significado que vamos a tratar hoy.
También conocido como "peaking", "surfing", "entrenamiento del orgasmo" o "negación del orgasmo", el edging es una técnica sexual diseñada para intensificar tus orgasmos. Para saber más sobre el edging, quién puede hacerlo y cómo hacerlo, sigue leyendo.
¿Qué es el edging?
El edging puede confundirse a veces con el juego al límite, que en términos generales se refiere a actividades de tipo BDSM que se consideran arriesgadas o al límite de lo que podría considerarse seguro.
El Edging, sin embargo, es una práctica sexual completamente diferente. Consiste en llevarte a ti mismo o a tu pareja al borde metafórico del orgasmo, pero retroceder bruscamente antes de que llegue el gran orgasmo.
Esta técnica no es, desde luego, una nueva moda sexual: el "edging" o "método stop-start", como se llamaba entonces, se recomendaba como tratamiento para la eyaculación precoz desde finales de los años cincuenta.
¿Quién puede hacerlo?
Una de las mejores cosas del edging es que casi todo el mundo puede probarlo. Si sabes cómo llevarte a ti mismo o a tu pareja al orgasmo, podrás intentarlo.
Puedes practicar el edging en solitario o con tu pareja, y no necesitas invertir en ningún equipo especial para hacerlo.
¿Por qué el edge?
Uno de los mayores beneficios del bordeado es que, para mucha gente, retrasar un orgasmo hace que el resultado final sea más potente.
Los aficionados al edging dicen que acercarse repetidamente al orgasmo consigue aumentar su deseo de llegar al clímax. Cuando por fin se permiten sucumbir al orgasmo, la gratificación retrasada hace que todo sea mucho mejor.
Aunque son una gran ventaja, los orgasmos no son el único beneficio del edging. Si practicas el edging con tu pareja, puede que la comunicación mejore. Si no le dices a tu pareja cuándo parar y cuándo empezar, cuándo necesitas más estimulación o cuándo estás a punto de llegar al clímax, llegarás al orgasmo antes de que te des cuenta.
Hacer el amor con tu pareja también te ayudará a familiarizarte con lo que le excita. Si planeas llevar a tu pareja al borde del orgasmo, necesitarás saber cómo iluminar sus zonas erógenas (para los amantes estudiosos, puedes encontrar Todo lo que necesitas saber sobre tus zonas erógenas (y cómo estimularlas) aquí.
Cómo bordear en solitario
Organiza tu entorno para poder relajarte y disfrutar. Esto puede significar esperar a tener la casa para ti solo, encender una vela o poner música ambiental… haz lo que tengas que hacer. Ponte en situación.
No importa si te gusta cerrar los ojos y dejar volar tus pensamientos o si prefieres ver porno para ponerte a cien. Cualquier cosa que te excite nos parece bien. Sea lo que sea lo que te hace correrte, ahora es el momento de empezar a hacerlo.
Coge tu juguete erótico favorito o, si eres un mago con las manos, ¡deja que éstas hagan su magia! Ahora viene lo importante: cuando sientas que vas a correrte, deja de hacer lo que estés haciendo y aparta las manos de tu cuerpo. Tómate un breve descanso y concéntrate en cómo te sientes en ese momento. Empieza a masturbarte de nuevo hasta que te acerques al orgasmo y vuelve a parar. Repite este proceso de parar y empezar 2-3 veces más. Cuando sientas que ya has jugado lo suficiente contigo misma, ¡deja que suceda! Permítete llegar al orgasmo.
El edging puede requerir algo de práctica (porque la tentación de correrse es siempre muy fuerte, ¡duh!) pero puede que descubras que después de unas cuantas sesiones de edging tus orgasmos empiezan a intensificarse.
Cómo hacer el edging en pareja
Decide de antemano si vas a utilizar señales verbales o no verbales para hacer saber a la otra persona que te estás acercando al clímax. Si quieres darle un giro a la situación, te ofrecemos 5 movimientos preliminares que le encantarán a ella y 5 movimientos preliminares que le encantarán a él.
Cuando tu pareja haga señales o exprese que está al borde del orgasmo, deja de hacer lo que estés haciendo hasta que la sensación disminuya. No hace falta que te alejes completamente de ella, simplemente centra tu atención en otra zona de su cuerpo para que no sucumba al orgasmo antes de tiempo.
Repite el proceso de parada y arranque hasta que te hagan saber que están preparados para ceder a la tentación.
Después de experimentar un poco, puede que te des cuenta de que lo tuyo es el borde, o puede que sientas que no es lo tuyo, y no pasa nada. Sin embargo, si no le das una oportunidad al edging, nunca sabrás si es capaz de sacudir tu mundo o no. ¡Por una vida al límite!