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He estado buscando un vibrador de dedo. Quiero encontrar algo lo suficientemente pequeño como para meterlo en el bolso en una cita nocturna. Un juguete que pueda deslizarse fácilmente entre mi cuerpo y el de mi amante mientras jugamos para conseguir un poco más de estimulación. Encontrar algo que sea a la vez pequeño y potente es una tarea difícil. Así que cuando los queridos amigos de Passionate Jade me enviaron el Pave Liz de Jopen para probarlo, tuve la esperanza de que mi búsqueda del vibrador para dedos perfecto podría haber terminado.
La gama Pave de Jopen es una colección de cinco vibradores con nombres de divas legendarias. La gama cuenta con una gran variedad de formas y estilos, todos de color azul Tiffany y adornados con cristales. El Liz es un pequeño vibrador que se coloca en la punta del dedo para estimular el clítoris. Tiene un único botón de control que se mantiene pulsado para encender el juguete y, a continuación, se pulsa para pasar por los diferentes modos.
Me encanta el diseño del Pave Liz. El tono azul Tiffany es completamente diferente a todo lo que hay en mi caja de juguetes. Jopen es excelente creando juguetes en tonos únicos. La silicona es muy suave y mate y se desliza fácilmente sobre la piel.
Los vibradores de dedo son geniales porque son más ergonómicos que algunos vibradores de mano. No tienes que agarrarlos, lo que los hace excelentes para personas con artritis o problemas de fuerza en la mano o la muñeca. Actúan como una extensión de tu mano, lo que significa que puedes mantener la mano y la muñeca en un ángulo natural para tocarte. Esto no sólo reduce la tensión, sino que puede resultar más natural y menos molesto si lo utilizas en pareja. Si estás practicando sexo con penetración, es mucho más fácil deslizar la mano entre vuestros cuerpos que intentar encontrar espacio para un voluminoso vibrador.
Sin embargo, en cuanto me probé el Pave Liz, noté un problema. El anillo era demasiado grande para mi dedo y resbalaba cada vez que lo movía. Mis manos son bastante pequeñas, por lo que esto podría no ser un problema para todos los usuarios. Sería estupendo que la banda tuviera una bisagra para poder ajustarla a la perfección.
El segundo problema surgió cuando encendí el juguete. Para ser un motor tan pequeño, es insoportablemente ruidoso. Tiene un silbido agudo que me puso los dientes de punta. Cuando pasé a los modos de pulso, el ruido me recordó a esas pistolas de rayos de las tiendas de todo a cien que solía tener cuando era niño. Era ruidoso, molesto y nada sexy.
Hablando de modos de pulsación, el Pave Liz tiene siete modos diferentes. Si llevas un tiempo leyendo mi blog, sabrás que no soy fan de los patrones de los vibradores en general. Prefiero los vibradores que tienen configuraciones de velocidad ajustables, pero rara vez disfruto de los patrones. Mientras que el Pave Liz tiene siete modos, sólo uno de ellos es un ajuste de vibración sólida. Los otros seis son patrones de pulsación o escalada. Me decepcionó que ni siquiera hubiera un segundo ajuste de vibración sólida, o una forma de aumentar la intensidad.
Ya que hablamos de intensidad, hablemos del nivel de potencia del Pave Liz. El problema que he tenido con los vibradores de dedo es que son muy pequeños, y es difícil meter un motor potente en un paquete tan pequeño. Tenía grandes esperanzas en este vibrador, porque tengo otros juguetes de Jopen que son pequeños pero muy potentes. El Pave Liz fue un anticlímax. Con todo el ruido que hace, uno esperaría que el motor fuera muy potente. Pero produce un zumbido apenas perceptible cuando se coloca contra el cuerpo. Mi sensible clítoris apenas podía detectar los débiles temblores de este juguete. No fue suficiente para producir ni siquiera un picor en el dedo que lo llevaba. Y lo peor de todo… no era suficiente para llevarme al orgasmo. Así es querido lector, este es el primer juguete que he revisado que no ha conseguido excitarme. Lo intenté diligentemente, pero cada vez era lo mismo. No he tenido ni un solo orgasmo con el Pave Liz en los meses que lo he estado probando.
El Pave Liz tenía tanto potencial para ser un gran juguete, pero se quedó muy corto para mí. Me encantaría que Jopen sacara una nueva versión con una banda ajustable, un motor mucho más potente y más velocidades de vibración.
Como he mencionado antes, el Pave Liz forma parte de una colección de cinco vibradores diferentes. El Liz es el más pequeño de los cinco, y el único que he probado. Basándome en mi experiencia anterior con los productos Jopen, esperaba que alguno de los juguetes de mano fuera más potente e impresionante. El Liz podría ser un fracaso entre el grupo, y yo estaría dispuesto a dar al resto de la gama Pave el beneficio de la duda. Pero para mí, el Pave Liz era pura chispa y nada de sustancia.
